La concejala del Frente Renovador en el Frente de Todos Virginia Rodríguez presentó una propuesta tendiente a declarar de interés Municipal el Proyecto de Transición Sostenible de Protección Vegetal (SPRINT): Un Enfoque de Salud Global, que comenzó a desarrollarse en septiembre del corriente año, cuya duración es de 5 años y en el que participa el Instituto Nacional de Tecnología Agraria (INTA), en conjunto con 28 institutos de investigación de 10 países europeos y la Organización de las Naciones Unidas para la Agricultura y la Alimentación (FAO).

Respecto a la iniciativa, la edil massista en el Concejo Deliberante local indicó que “hace tiempo se vienen discutiendo los modelos productivos agrícolas tradicionales y los efectos nocivos del uso de plaguicidas en la producción alimenticia. En ese sentido, ya en 2008 el Organismo Provincial para el Desarrollo Sostenible (OPDS) advertía las consecuencias negativas de los agroquímicos para la salud humana”.

Según la FAO, si bien los sistemas agrícolas tradicionales han suministrado alimentos de forma masiva, la malnutrición sigue siendo un problema que afecta a un tercio de la población mundial y se fue tornando un sistema insostenible a nivel ambiental que ha tenido consecuencias desastrosas: deforestación, escasez de agua, pérdida de biodiversidad, agotamiento de los suelos y elevados niveles de emisiones de gases de efecto invernadero. Asimismo, prosiguió la concejala, “los objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS) 2030 de la Organización Mundial de la Salud (OMS), indican la importancia de transitar hacia sistemas agrícolas y alimentarios sostenibles, que garanticen la seguridad alimentaria para las personas y conserven la biodiversidad y los servicios ecosistémicos de los que depende la agricultura”.

El INTA como miembro del Sistema Nacional de Ciencia y Tecnología (Ley 25.467) y cuyo escenario de actuación es el Sistema Agropecuario Agroindustrial Argentino (SAAA), asume desde su identidad de Estado Nacional un compromiso en el cumplimiento de los derechos humanos. En su Plan Estratégico 2015/2030, la institución ratifica sus objetivos estratégicos vinculados al fortalecimiento del rol institucional en el cuidado del ambiente y en los valores que los guían, el compromiso con la búsqueda del equilibrio entre las metas productivas y de cuidado ambiental desarrollando tecnologías y modelos socio-productivos sostenibles.

En ese contexto, el proyecto “Transición Sostenible de Protección Vegetal: Un Enfoque de Salud Global” (SPRINT) comenzó a elaborarse en 2018 y pasó por varias instancias de evaluación en la Comunidad Europea hasta que fue aprobada en febrero de 2020. El proyecto inició su desarrollo el 1 de septiembre de 2020 y su duración será de un período de 5 años.

“Se trata de una caja de herramientas de evaluación de riesgos para la salud global con el objetivo de analizar el impacto de los plaguicidas en la salud humana y los efectos adversos en plantas, animales y ecosistemas. Así, el objetivo de SPRINT es encontrar formas de mejorar el uso sostenible de plaguicidas. Este proyecto es organizado en 10 grupos de trabajo que abordarán diferentes ejes de trabajo y 11 estudios de caso en los que se estudiará la distribución de plaguicidas en el ambiente, las plantas, los animales y las personas”, concluyó Virginia Rodríguez.

El equipo de comunicaciones de SPRINT ha generado una plataforma de información multilingüe, lo que posibilita que las comunidades puedan acceder a la información en sus respectivos idiomas.
Si bien el acceso a una alimentación saludable es un derecho humano básico, el mismo se encuentra vulnerado y representa una problemática en cuanto a su ejercicio en nuestro país y Partido. Además, en nuestro Partido se encuentra el primer cinturón frutihortícola más importante de la provincia de Buenos Aires. Por lo cual, es imperioso transformar el sistema productivo vigente para construir un cinturón frutihortícola con producción agroecológica y soberanía alimentaria.














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